Acerca de la posibilidad de una vivencia desde el Yo Virtual

En el artículo «Identidad y subjetividad en las redes sociales virtuales: caso de Facebook», Aguilar y Said definen a un sujeto bidimensional, configurado por la dimensión virtual y la dimensión no-virtual. Establecen que estos se retroalimentan uno al otro, como elementos sinérgicos. Si bien no creo que pueda ponerse en duda el siguiente párrafo “Cuando el sujeto no-virtual vive una experiencia que le resulta significante, su relejo virtual la representa de inmediato”, dudo que esto mismo pudiera decirse del sujeto virtual. ¿Existe una vivencia, en el sentido estricto de la palabra, del yo virtual?

Recuerdo que siendo adolescente pasé algunas tardes conectada a Messenger hablando con amigos. También pasé algunas tardes con amigos fuera de casa haciendo diversas actividades. La impronta que dejaron las primeras y la que dejaron las segundas no admite comparación. Recuerdo las tardes en cafeterías, cines, los rostros de mis compañeros hablándome, moviéndose; sin embargo, no logro recordar las interacciones con la pantalla, ni siquiera los temas de los cientos de conversaciones que tuve en la red. ¿Guardamos recuerdos de nuestras experiencias con el Yo-Virtual ante un ordenador? Y aún más, ¿existe verdaderamente una experiencia subjetiva, a nivel fenomenológico, del Yo virtual?

Con esta última me refiero a lo siguiente. En la creación del yo-virtual ( de acuerdo con un ideal), uno puede mentir o, como se ha dicho, exagerar sus atributos y minimizar sus defectos. Sin embargo, cuando uno miente o exagera estos atributos pueden suceder dos cosas:

  1.       Que sea consciente de ello: En ese caso el sujeto estaría vivenciando esa virtualidad desde el Yo No-virtual, dado que estaría en condiciones de establecer una comparativa entre el yo virtual ideal y el yo virtual real y sería consciente de estar mintiendo.
  2.      Que no sea consciente de ello: En ese caso el sujeto estaría preso en su yo virtual, sin ser consciente de que el Yo no-virtual tiene en realidad otros atributos, lo cual, a su vez, no sería muy sano.

Esto me lleva también a preguntarme acerca de los “niveles de veracidad” de ambos yoes. En los casos en que se obtienen dos estatutos sociales distintos para ambos yoes (por ejemplo uno muy bien considerado y otro despreciado), ¿Cuál de ellos es el verdadero?

internet identidad

Se me ocurren ejemplos de casos a favor de la primacía del estatuto de verdad de cada yo (virtual-No virtual). Por ejemplo, a favor del yo-virtual encuentro el caso del típico chico gordito y tímido que no logra llamar la atención en el mundo real pero si en el virtual, dado que es muy ingenioso y tiene un gran sentido del humor. A favor del Yo no virtual encuentro el caso de la chica que miente acerca de si misma por internet y luego es desagradable y mezquina en la vida real.

Eso me lleva también a preguntarme: En caso de que realmente este exista, ¿es sana la existencia de este yo-virtual?

Andrea Rivadova

4 comentarios en “Acerca de la posibilidad de una vivencia desde el Yo Virtual

  1. Me ha gustado mucho el articulo Andrea, felicidades.

    Entrando más en el tema del que hablas, me gustara hacer referencia sobretodo a la pregunta ¿Guardamos recuerdos de nuestras experiencias con el Yo-Virtual ante un ordenador?. A continuació adjunto un fragmento del articulo “Yo real, yo virtual”:

    “Cuando la imagen nace antes que nosotros: Gaia nació por la noche, en Ecuador, y sus primeras fotos estuvieron en las redes sociales una hora después del festejo, la alegría y regocijo de sus padres y familiares. Esa fotografía (la de una niña recién nacida envuelta en la cobija del hospital) no era la primera que conocía el mundo.
    A los tres meses de gestación un ecógrafo captó la primera imagen de Gaia en el vientre materno, cuando aún era un pequeño bulto que recién comenzaba a tener forma humana. Luego vinieron las imágenes en sepia del mismo aparato, los videos en tercera dimensión, a color y en los que se escucha el ritmo de los latidos de su corazón, todo se subió a la red.
    La pequeña ya tenía nombre antes de nacer, gracias al aparato de ultrasonido, que confirmó su sexo en la semana veinte del embarazo de su madre. Sus padres decidieron bautizarla Gaia, como la diosa de la tierra. La tierna Gaia recibió comentarios en el muro de Facebook de su padre, sin saber leerlos; recibió likes, sin entenderlos; su foto fue compartida, sin pedirlo, entre familiares y amigos vía Twitter, Facebook, WhatsApp o por el e-mail que mandó su padre al día siguiente.
    A la inocente Gaia las imágenes ya la rebasaron y aún no tiene un día de vida. Acaba de nacer Gaia, una nativa digital. Su presencia virtual fue previa a su presencia real en este mundo.”

    Parece que el ejemplo anterior solo sea una excepción, pero yo misma, como usuaria de Facebook, he podido seguir el embarazo de muchas usuarias amigas solo por las fotos, estados o acontecimientos que publicaban. En este caso Gaia dispone de un «Yo-virtual » antes de dar su permiso para ello. ¿Podemos pensar incluso que esto puede ser penalizado por la ley en un futuro ?
    Volviendo a la pregunta que has formulado, es evidente que Gaia no va a recordar los días de gestación o su primer día de vida pero en cambio, la red si que lo va a recordar, en tal caso no tiene el recuerdo pero tendrá las pruebas de cómo sucedió todo.

    Laia Tomàs.

  2. Es cierto Laia, yo también conozco casos semejantes.
    Respecto a la exposición de imágenes de embarazos, nacimientos, bebés… podemos preguntarnos: Forman tal vez parte de las estrategias de autopromoción propias de Facebook?

    Os invito a opinar acerca de los mecanismos de autopromoción en las redes sociales (como uno de sus objetivos principales), tema que aún no hemos tocado y que creo muy interesante.

  3. Yo entiendo el término autopromoción como: Una empresa que expone su producto en una red social para darse a conocer, y poder vender su producto. Vaya, una forma publicitária para llegar a los usuarios. Esta opción como alternativa a la de poner carteles publicitàrios, en los que ya tiene que haber un acuerdo con el Ayuntamiento o Municipio, y este paso (des de que pides autorización, hasta que te la conceden) puede prolongarse. Es por eso que la «autopromoción» en redes sociales (como yo la entiendo), es una vía mucho más rápida, y menos costosa, que la «tradicional».

    Espero haberte ayudado Laia, aunque yo tampoco sé a ciencia cierta a qué se quiere referir Andrea.

    Yanire

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